18/09/2021

Casas Particulares

Consolidar la organización colectiva para seguir avanzando

Según la última Encuesta Nacional a Trabajadores sobre Condiciones de Empleo, Trabajo, Salud y Seguridad publicada en el año 2020 (resultados de ECETSS-2018) aproximadamente 1.400.000 personas realizan en Argentina tareas de cuidado y tareas domésticas remuneradas, de las cuales el 99,3 % son mujeres, 1 de cada 5 mujeres trabajadoras realizan estas tareas, el 87% tienen hijas e hijos menores de edad a su cargo, y la mitad de ellas viven en hogares cuyos ingresos mensuales no superan los $15.000. El 76,8 % de ellas, es decir más de un millón de mujeres que realizan estas tareas (específicamente hablamos de tareas generales de limpieza y cuidados de niños, niñas, adultos mayores y personas que requieran cuidados no terapéuticos), se encuentran en una relación de trabajo sin registrar.
 
Si nos ceñimos al grupo de Trabajadoras de Casas Particulares (TDCP) que están registradas (23,2%) la tasa de afiliación sindical es del 16,1%, pero si observamos al conjunto de TDCP es de sólo un 3,7%. Se trata de un porcentaje muy inferior al que se observa para el conjunto de trabajadores formales del país 36,9% y también al de muchos otros gremios en particular (por ejemplo: enseñanza 44%, construcción 36,9% y comercio 29,4%).
 
Su organización sindical enfrenta dificultades de orden simbólico como actividad desvalorizada y desjerarquizada con saberes erróneamente asimilados a la condición natural femenina y concebida como transitoria que pueden resultar en una débil identificación (en algunos casos favorecida por cercanía y asimetría existe identificación con el o la empleadora) y de orden material como aislamiento y dispersión en los domicilios de trabajo (que crean enormes dificultades al momento de plantearse reuniones, asambleas y medidas de fuerza), heterogeneidad, informalidad, bajas remuneraciones. 

El origen de la organización gremial del sector ha sido estudiado por Omar Acha en La organización sindical de las trabajadoras domésticas en el primer peronismo: el antecedente fundacional del sindicato del sector es la Liga Internacional de Domésticos de 1901 vinculada al socialismo, en 1942 se separó el Sindicato Único de Encargados y Ayudantes de Edificios de Renta (SUEYACR, encabezado por Jesús Santamaría, hoy SUTERH), en mayo de 1946 se afilió a la CGT, en septiembre de 1949 se reunió el congreso nacional de sindicatos de personal de casas particulares que contó con la presencia de Eva Perón en su acto de cierre y el 5 de noviembre 1946 se constituyó como asociación su heredera la Unión Personal Auxiliar de Casas Particulares (UPACP). 

En la actualidad UPACP es el sindicato más grande y consolidado y el que ostenta personería gremial a nivel nacional desde mayo de 1960 y cuenta con delegaciones en CABA, conurbano bonaerense, Córdoba, Mendoza, Neuquén, Santa Cruz, Entre Ríos, San Juan, Tucumán, Santa Fe y Formosa. La obra social OSPACP brinda prestaciones de salud desde 1975. También ha logrado UPACP dar continuidad a su propia Escuela de Capacitación, que cuenta con 21 sedes en todo el país (incorporando y desarrollándose modalidades remota-virtual durante la coyuntura de pandemia COVID19) y a los espacios para terminalidad escolar primaria y secundaria. Brinda además asesoramiento jurídico y previsional.

La Dirección Nacional de Asociaciones Sindicales informa a día de hoy de la inscripción de otros 16 gremios del sector. De ellos, 4 también cuentan con personería gremial: SINPECAF (de Córdoba, constituido como asociación en 1963 y con personería gremial desde 1970), ATACP (de Santa Fe, 2002 y 2006), AEDZN (de zona norte del conurbano bonaerense, 1970 y 1976) y STHCFyPBA (del área metropolitana de Buenos Aires, 1944 y 1960). Otras organizaciones simplemente inscriptas y más jóvenes, surgidas a partir de 2002, como SIPESEDO (Río Negro, 2005 y 2006), SECFER (Entre Ríos, 2008 y 2013) y UTDA (Conurbano bonaerense, 2005 y 2006) se han incluido en las mesas de la Comisión Nacional de Trabajo en Casas Particulares (CNTCP). Y otro grupo que tramitó su inscripción gremial en la segunda mitad de la década del ’90 como SEDORE (de Reconquista -Santa Fe-), SEDOR (de La Rioja), Sindicato de Personal Doméstico (de Tartagal -Salta-) y Sindicato de Empleados del Servicio Doméstico (de La Plata, Berisso y Ensenada) no han participado de la CNTCP.

Como antecedente histórico de interés podemos recordar que el 8 de septiembre de 1955 la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de la diputada Delia Degliuomini de Parodi –presidenta del Partido Peronista Femenino- para la regulación del sector y que su tratamiento en la Cámara de Senadores se vio interrumpido por el golpe de estado 15 días después. Aquel proyecto contemplaba la creación de una Comisión del Trabajo del Personal de Casas de Familia, presidida por un funcionario del Ministerio de Trabajo e integrada en forma paritaria por representantes de empleados y empleadores, con la finalidad de fijar salarios y condiciones de trabajo. En enero del año siguiente el gobierno de facto dictaría el decreto ley 326/56 que rigió la actividad de este grupo de trabajadoras durante casi 60 años y dispuso que los salarios serían fijados por el poder ejecutivo sin instancia de negociación colectiva tampoco para otras condiciones. 

La ley 26.844 de Régimen Especial Contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares sancionada en 2013, además de la equiparación de gran cantidad de institutos del derecho del trabajo a favor de las TDCP,  dispuso la creación de la Comisión Nacional de Trabajo en Casas Particulares (CNTCP) que comenzó a funcionar en 2015 y constituyó una importante y novedosa instancia de diálogo social y negociación colectiva. Este aspecto en particular, la creación de la CNTCP fue uno de los que más resistencias y dificultades tuvo que atravesar a lo largo del tratamiento legislativo de la ley (que se prolongó tres años tras su presentación por la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner el día de la mujer 8 de marzo de 2010). Decimos instancia de diálogo social, ya que técnicamente por su composición y funcionamiento podría decirse que no se trata de una instancia de negociación colectiva dado que además de representación de empleadores y trabajadoras se incluye directamente con votos el poder ejecutivo nacional a través de representantes de los Ministerios de Trabajo, Desarrollo Social y Economía. Otra particularidad para el modelo sindical argentino es que ha acogido la participación de gremios con personería gremial y otros simplemente inscriptos. Debe señalarse también que debió pensarse creativamente la institución de la representación por parte de los empleadores, SACRA y EMTRACAP, y la Asociación Sindicato de Amas de Casa de la República Argentina (SACRA) fue seleccionada por su histórica reivindicación del valor de las tareas no remuneradas domésticas y de cuidados. Por último, como una vía que podría favorecer su articulación con reivindicaciones propias de los feminismos se ha incluido más recientemente dentro de la representación enviada por parte del Ministerio de Economía a funcionarias de su Dirección de Economía y Género. 

 Desde la institucionalización de la CNTCP se alcanzaron actualizaciones y niveles salariales muy semejantes a las del Salario, Mínimo, Vital y Móvil, y aunque no es suficiente antes se quedaba por debajo de ese valor, se obtuvo un plus salarial por zona desfavorable para el área patagónica (impulsado por SIPESEDO de Río Negro) y reciente también se obtuvo un adicional por antigüedad.  En la última mesa de junio pasado se acordó un aumento para las Trabajadoras de Casas Particulares de un 42%. El mismo será  aplicado en cuatro tramos: el primero de un 13% desde el 1 de junio del 2021 con incidencia en el primer aguinaldo de este año, el segundo tramo de un 12 % desde el 1 de septiembre del 2021, el tercero de un 5% desde el 1 de diciembre del 2021 con incidencia sobre el segundo aguinaldo del año y el cuatro tramo será de otro 12% desde el 1 de marzo del 2022. También se incrementó el adicional por zona desfavorable (La Pampa, Rio Negro, Chubut, Neuquén, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur y Partido de Patagones en la Provincia de Buenos Aires) que pasará a ser de un 30% desde 1 de junio del 2021. Además, constituyendo un hito novedoso y haciendo lugar a un reclamo histórico  de las trabajadoras se estableció un adicional remunerativo por antigüedad, éste será de 1% anual por cada año de antigüedad a pagarse desde el 1 de septiembre del 2021 y para todas aquellas trabajadoras que hayan ingresado a trabajar el 1 de septiembre del 2020 o con anterioridad a ello, sin retroactividad a años anteriores (en Uruguay, país de la región que habitualmente es señalado como pionero en la negociación colectiva del sector, la prima por antigüedad está pautada de 0,5% anual, con tope de 5% y cuando se instituyó tampoco brindó retroactividad). Y por último, se agregó una clausula de revisión por eventuales desfasajes que se activaría en marzo 2022.
 
No obstante las dificultades señaladas, cuenta el sindicalismo del sector  cuenta ya con su historia y desarrollo y en años recientes, además de ser actor de autonomía colectiva en mesas de negociación colectiva/diálogo social, ha mostrado dinamismo y capacidad de aprovechar cambios en las políticas públicas para ser un actor institucional establecido que posibilita representación e interacción con otras organizaciones como la CGT, el Ministerio de Trabajo o el Ministerio de las Mujeres, la OIT o la Fundación Ebert organizando campañas para visibilización de las problemáticas de estas trabajadoras.
Autoridades de la CGT han hecho pública su intención de aggiornar la confederación a demandas impulsadas por los feminismos, quizás una medida para ello podría ser favorecer el acceso a posiciones de mayor peso y visibilidad de los sindicatos del sector.
 
Como cierre, retomamos palabras del jurista Antonio Baylos (Para qué sirve un sindicato? Instrucciones de uso): "El sindicato forma parte de las organizaciones que caracterizan al sistema democrático" y recibe un tratamiento en los medios de comunicación en general "hostil, ignorante, o en el mejor de los casos insensible a su capacidad de producir una noticia en su desarrollo normal salvo que existan consecuencias negativas, esta antisindicalidad es el complemento directo de la negación de cualquier demanda de derechos para el trabajador considerado un ser social subalterno y subordinado a los procesos de creación de riqueza".