24/06/2021

Con el apoyo de los trabajadores de la FSM

Las Naciones Unidas reclama a EEUU el fin del bloqueo a Cuba

Junto al pronunciamiento mayoritario de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas contra el bloqueo económico de Estados Unidos a Cuba se pronunciaron también los trabajadores nucleados en la Federación Sindical Mundial (FSM).

Una vez más este miércoles, la Asamblea General de la Organización Naciones Unidas se pronunció mayoritariamente contra el bloqueo económico de Estados Unidos a Cuba y le exigió al país del norte que ponga fin a esas medidas coercitivas unilaterales y de evidente agresión contra el pueblo cubano.

Con 184 votos a favor, dos en contra (Estados Unidos e Israel) y tres abstenciones (Colombia, Brasil y Ucrania) se aprobó la resolución de rechazo al embargo a Cuba.

El apoyo a Cuba de los países de América Latina y el Caribe fue casi unánime. Solo Colombia y Brasil no acompañaron con su voto al resto de los países de América Latina en clara subordinación a las políticas imperialistas de EE.UU.

Desde 1992 se trata en la asamblea general de la ONU el tema del bloqueo contra Cuba y las resoluciones a favor del fin del bloqueo económico son 29.

Estados Unidos se niega a aceptar estas resoluciones de la inmensa mayoría de países del mundo y continúa con su política de agresión contra los países que desarrollan políticas de soberanía e independencia.

Cuba, Nicaragua y Venezuela son un claro ejemplo de la política agresiva, belicista y terrorista de EE.UU. El bloqueo económico es la violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos.

El ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, señalo que el bloqueo criminal  es “una guerra económica de alcance extraterritorial contra un pequeño país ya afectado en el periodo reciente por la recesión y la crisis económica global provocadas por la pandemia, que nos ha privado de ingresos indispensables como los derivados del turismo”.

No existe ningún país del mundo que pueda desarrollarse si les aplicaran bloqueos económicos. ¿Qué pasaría en otras economías, incluso de países ricos y mas desarrollados, si se les sometiera a condiciones similares de bloqueo económico?

Los daños acumulados a la economía cubana en los sesenta años de bloqueo ascienden a 147.853 millones de dólares.

 “El reclamo de Cuba es vivir sin bloqueo, que cese la persecución de nuestros lazos comerciales y financieros con el resto del mundo” señala el actual Presidente de Cuba Díaz Canel. El bloqueo es una acción de guerra planificada, como bien señala el Departamento de Estado norteamericano en su “paper” del 6 de abril de 1960 que llama a poner en marcha “todos los medios posibles para debilitar la vida económica, negándole a Cuba dinero y suministros” para provocar hambre y desesperación con el objetivo de derrotar al gobierno revolucionario de Cuba.

Estados Unidos quiere provocar inestabilidad política y social en el contexto de las dificultades económicas causadas por su propia política de castigo al pueblo cubano por haber elegido el camino de la independencia, la paz y la soberanía.

Las muestras de solidaridad internacionales acompañan a Cuba y repudian el accionar de EE.UU. El bloqueo a Cuba debe cesar tal como lo establecen las resoluciones de las Naciones Unidas  y la voluntad de los pueblos del mundo que acompañan al pueblo cubano en esta lucha contra este verdadero genocidio perpetrado impunemente.

 

ESTADOS UNIDOS ENEMIGO DE LA HUMANIDAD

El cinismo de Estados Unidos no tiene límites. Contra toda evidencia real  este país anunció ante la ONU que su país se opondría a la resolución porque “las sanciones buscan promover la democracia y el respeto a los derechos humanos en Cuba”. “Las sanciones son un conjunto de herramientas de nuestro esfuerzo más amplio para promover la democracia, promover el respeto por los derechos humanos y ayudar al pueblo cubano a ejercer las libertades fundamentales consagradas en la Declaración Universal de Derechos Humanos”, señaló el representante de EE.UU..

La evidencia más clara del cinismo de la política norteamericana lo podemos apreciar en la «presunción hegemónica» de EEUU y su concepción de la que América Latina es su “patio trasero”. Existe la  convicción en los dirigentes norteamericanos  de que EE.UU tiene el “derecho natural”  de someter política, ideológica, diplomática, económica y militarmente a todo el hemisferio occidental por “razones de seguridad nacional”.

Desde sus orígenes el imperialismo norteamericano trabajo para asegurarse que partidos y líderes favorables a su política controlaran los gobiernos de la región. Washington utilizó, y utiliza aun hoy, el poderío militar, la intervención clandestina de la CIA, la ayuda para el desarrollo y, a veces, las imposiciones de la Agencia para el Desarrollo Internacional (AID) y la USAID para lograr el objetivo de mantener dominados a los países. La financiación y el asesoramiento a los partidos políticos, y el trabajo de la Agencia de Información de EEUU (USIA). En otras palabras, lo que fuera necesario en cada caso.

La estrategia estadounidense tiene tres objetivos: un imperativo de seguridad que apunta a bloquear a las potencias extra hemisféricas (China, Rusia, Iran) la posibilidad de establecer puntos de apoyo o influencia en América; objetivos ideológicos para contrarrestar el atractivo internacional de Cuba y el comunismo y fomentar la negocios y los intereses particulares de las corporaciones estadounidenses.

Ante esta continua agresión por parte del imperialismo contra la heroica Cuba Socialista, los trabajadores también expresaron su solidaridad internacionalista y de clase con el heroico pueblo cubano que sigue luchando contra el bloqueo criminal estadounidense impuesto hace casi seis décadas a través de la Federación Sindical Mundial (FSM), que nuclea a más de 120 millones de trabajadores afiliados en 130 países.
 

Cafecito