Pasadas las 8 de la noche, mientras en la Cámara de Diputados se discutía acaloradamente la reforma previsional impulsada por el gobierno nacional, en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires y del país, de manera espontánea empezaron a congregarse vecinos exigiendo el rechazo a la norma que lesiona los derechos adquiridos por los jubilados durante el gobierno popular de Cristina Kirchner.
Desde cada una de las esquinas, acompañados por las cacerolas y estimulados con canciones contra el gobierno de Cambiemos, los vecinos comenzaron a movilizarse al Congreso de la Nación, donde continuaba la sesión para modificar la ley que protegía hasta ayer a uno de los sectores más vulnerables de la sociedad. Así, desde las 23 y por los menos hasta las 3 de la mañana, la Plaza de los Dos Congresos volvió a llenarse de miles de personas -vecinos sin bandería política, familias enteras, trabajadores y trabajadoras- que salieron de sus casas para manifestarse pacíficamente, luego de caminar decenas de cuadras, y reclamar a sus diputados y diputadas que no votaran la reforma impulsada por el gobierno neoliberal de Macri.
No fue suficiente. El gobierno logró imponer su reforma previsional con 127 votos a favor que se distribuyeron de la siguiente manera: interbloque Cambiemos (107 votos) más los 17 votos de los diputados de Argentina Federal de Pablo Kosiner (Salta), Beatriz Ávila (Tucumán), Juan José Bahillo (Entre Ríos), Juan Brugge (Córdoba), Paulo Cassineiro (Córdoba), Mayda Cresto (Entre Ríos), Verónica Derna (Misiones), Daniel Di Stéfano (Misiones), Jorge Franco (Misiones), Martín Llaryora (Córdoba), Gladys Medina (Tucumán), Flavia Morales (Misiones), Juan Mosqueda (Chaco), Alejandra Vigo (Córdoba), Ricardo Wellbach (Misiones), Pablo Yedlin (Tucumán) y Miguel Zottos (Salta). A éstos se sumaron los diputados del Frente Cívico de Santiago del Estero, el Movimiento Popular Neuquino y Alfredo Olmedo de Salta.
Los votos en contra de la reforma sumaron 116 hubo dos abstenciones y se contabilizaron 10 ausentes.
