Una batalla desigual fue la que vivieron los 300 trabajadores de Cresta Roja que mantenían bloqueada la planta que tiene la empresa sobre la ruta 205, en rechazo al plan de reducir personal y dejar cesantes a más de 800 operarios. Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, y la gobernadora María Eugenia Vidal acordaron desalojarlos violentamente, para lo cual enviaron a más de 2.000 efectivos de la Gendarmería y de la infantería de la policía bonaerense.
El desalojo se inició temprano, durante la madrugada. Los gendarmes avanzaron sobre los trabajadores disparando a mansalva balas de goma y gases lacrimógenos, con el apoyo estratégico de los carros hidrantes. Y llegó el final. Los 2.000 efectivos pertrechados hasta los talones pudieron desalojar a los 300 trabajadores "armados" sólo con banderas y pancartas. Dejaron un tendal de heridos entre los obreros y ni uno solo entre los gendarmes.
“Somos 300 operarios que estamos en la puerta de la planta manteniendo el bloqueo. A las 4 de la mañana llegaron muchísimos gendarmes y nos empezaron a correr. Nos dijeron que eran 2.400 efectivos. No estábamos cortando la ruta y nos empezaron a tirar con todo. Fue brutal”, contó Daniel Vega, trabajador y dirigente gremial de Cresta Roja. Dos trabajadores fueron detenidos y otros dos se descompusieron producto de los gases.
El conflicto comenzó semanas atrás cuando Wade S.A., la nueva empresa que opera el frigorífico, vinculada con Tres Arroyos, anunció una reestructuración de la planta que trabajará sólo con 250 empleados. El resto, 800 trabajadores, afuera.
“Ellos quieren 225 trabajadores en la planta y 1.000 en la calle. Además, con este plan pretenden suspendernos por un año con una mensualidad de diez mil pesos”, dijo Vega.
