17/11/2020

Día de la militancia

Cómo construir soberanía Popular

Fernando Protto interpreta desde el enfoque de un militante peronista la soberanía popular y el 17 de noviembre.

peron.jpg

Foto: 
Diario de Río Negro

En el mes de noviembre, los argentinos y las argentinas conmemoramos la batalla de la Vuelta de Obligado, la cual ocurrió un 20 de noviembre de 1845, y con ello la Soberanía Nacional. Pero ¿qué es la soberanía? ¿Qué es ser soberano? Es la capacidad de un estado y su pueblo para decidir por sí mismo, sin injerencias externas y en total uso de las legislaciones correspondientes. En ese 20 de noviembre de 1845, el ejército conformado por la Confederación Argentina, al mando de Lucio Mansilla, por pedido del gobernador de la Provincia de Buenos Aires y jefe de la Confederación, Juan Manuel de Rosas. Nos enfrentamos a una escuadra naval organizada por el Reino Unido y Francia, donde hubo mercenarios como Garibaldi o argentinos del partido unitario entre la flota anglo – francesa. La historia es muy conocida, se dispuso desde temprano cruzar con barcos y cadenas el río Paraná a la altura de Obligado y se dispusieron goletas atrás de la línea y cañones a la vera del río. Se produjo la batalla, la cual duró todo un día, los franceses y británicos lograron cruzar, destruir las baterías y subir el Paraná. La batalla se perdió pero la lucha continúo río arriba, por el Paraná y el Uruguay, hasta Corrientes, donde tuvieron que volver sin vender nada (venían 90 buques con mercadería, además de los 20 de guerra), siendo enfrentados en cada ciudad y, años después, firmar acuerdos de paz con la Confederación Argentina y pidiendo disculpas por mancillar nuestro honor y pabellón.

Este hecho histórico nos plantea que la libre navegabilidad de los ríos las debe plantear el estado nacional, como acto soberano y en el marco legal, pero no por la imposición de otros estados o potencias extranjeras. Por algo San Martín apoyo y entregó su sable corvo a Juan Manuel de Rosas, por haber defendido nuestro derecho soberano de ser independientes. Pero quienes leen esta nota se preguntaran, ¿qué tiene que ver esto con el movimiento obrero? ¿Por qué es importante comprender este hecho histórico? Porque un 17 de noviembre de 1972, se dio otro acto soberano, un acto soberano que se ganó en la lucha callejera, en la organización sindical, en el armado de opciones políticas, que ganó el pueblo trabajador. Un 17 de noviembre para muchos y muchas que nos reivindicamos peronistas, volvía la Argentina, después de 18 años de exilio y persecución, el general Juan Domingo Perón, para sus últimos años políticos. Día que hoy recordamos como del Militante Peronista. La historia hacia adelante también es conocida y como todo finaliza con la muerte de Perón el 1 de julio de 1974. Pero nosotros volvemos hacia atrás, para entender y comprender, la importancia del 17 de noviembre en nuestra historia y definir  ¿por qué esto fue un acto soberano y militante?

Fue un acto soberano o de soberanía popular, porque desde el 16 de septiembre de 1955 la Argentina cambió. Fueron cambios que afectaron la vida de un país que había tomado otro rumbo desde el 24 de febrero de 1946 y que no mostraba vuelta atrás. Con el acceso al poder de la Revolución Fusiladora y golpe palaciego de Aramburu y Rojas a Lonardi, la democracia posterior no solo fue restringida y militarizada, sino que también fue proscriptiva y persecutoria. Arrancó la intervención del partido peronista, los sindicatos, la CGT, el cierre y desfalco de la Fundación Eva Perón, la persecución y cárcel para miles de militantes peronistas, la derogación de la constitución del 1949, los juicios y las comisiones para investigar la 2da tiranía, el despido arbitrario e injustificado de comisiones internas, delegados o solo por estar afiliado al partido. Que ahora se sumaba a la prohibición nombrar, cantar, decir, mencionar, mostrar cualquier cosa que sea peronista, por el decreto 4166. Se dieron de baja a cientos de oficiales y suboficiales caratulados de peronistas, impidiendo ascensos o promociones. Pero en todo eso, siguió la organización desde abajo, la organización obrera, popular, de todos aquellos y aquellas que quedaron sueltos y ahora actuaban por la vuelta de Perón. Entonces se volvieron a ganar delegados y delegadas, comisiones internas, a sacarse de encima las normalizaciones. A organizar reuniones, cantar la marchita y vivar a Perón en Plaza Once o Florida, hacer acciones de agitación urbana o solamente seguir el cadáver oculto de Eva Perón, poniendo flores y velas en los lugares donde la guardaban.

Pero el régimen, el sistema no quería soberanía popular, descreía del pueblo organizado y empoderado (en términos de hoy), no iba a aceptar a obreros y obreras que hablaran mirando a los ojos a los patrones para pedir un aumento. Entonces vino la matanza del 9 de junio, la traición de Frondizi y el CONINTES (Plan de Conmoción Interna del Estado, que permitía detener sin causa y desplegar al ejército como policía), la desaparición de Vallese, la tortura, la cárcel, el exilio, la proscripción de las elecciones donde los peronistas ganaban. Pero el movimiento obrero continuó, más allá de todo. Llegaron Huerta Grande y La Falda, estuvo la Resistencia con Cooke y Patricio Kelly, aparecieron Framini, Borro y Dardo Cabo. También estuvo UTURUNCOS y la primera Juventud Peronista. La CGT y las 62, la CGT de los argentinos. Las huelgas de los ferroviarios y de la FOTIA. Para llegar a los azos del 69 con el Cordobazo a la cabeza. Después vinieron las organizaciones políticos militares como las FAP, FAR, Montoneros, el PB o el FR17 y tantas otras. Pero si vemos la constante entre el 16 de septiembre de 1955 y el 17 de noviembre, es la acción constante, organizada o desorganizada, unida o desunida, pero siempre presente del movimiento obrero para recuperar a su líder pero para recuperar su soberanía. Porque no se sentían representados por la democracia restringida, las dictaduras asesinas o los candidatos de turno. El pueblo peronista, los obreros y las obreras peronistas, querían SU Soberanía Popular, aquella que habían vivido de adolescentes o jóvenes durante 10 años con Perón y Evita en el gobierno.

Por todo esto hay que entender qué es la Soberanía, la cual no se divide o delega, la cual es propia de los pueblos, que se construye todos los días y marca nuestra historia como país. Rememorar el 20 es pensar el 17 con otra óptica, la de un pueblo organizado en pos de un bien común, el cual siempre va a ser: la grandeza de la patria y la felicidad de la nación.

 

Cafecito