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Marcelo Marcili, delegado local del INAFCI, resaltó la importancia de la actividad gremial desarrollada por ATE en los últimos años, recordó lo atravesado durante el macrismo y comentó que “la mitad de los años de mi vida los tengo en este trabajo. Estamos cinco o seis presentes porque la mayoría de los 35 está en el interior (de la provincia), en todas las localidades hay un compañero trabajador del sector de la agricultura familiar”.
En ese marco, el técnico Marcelo Mendieta aclaró: “Somos un plantel de 35 técnicos y técnicas que se quedarían sin su sustento, en muchos casos con 25 y 35 años de antigüedad y además de esas familias, también todas las familias de pequeños productores se quedan sin ese servicio de asistencia técnica que hemos brindado históricamente”.
“Varios de los que estamos acá ya nos hemos encontrado en las calles, fui despedido”, añadió el técnico Atilio Zayas quien detalló que en el año 1999 entró a trabajar como técnico en terreno en la localidad de Villafañe.
Lamentó la decisión de la actual gestión al decir: "Nosotros trabajamos en distintas etapas con distintos gobiernos y han valorado el trabajo de los pequeños agricultores campesinos indígenas, la asistencia del técnico en el terreno, del profesional, del técnico agrónomo, del técnico agropecuario y del zootecnista”.
“Tengo más de 50 años y hace 25 que estoy trabajando como técnico de terreno; es doloroso que quieran hacer creer a la sociedad que están despidiendo a ñoquis”, sostuvo Zayas.
Durante la asamblea, desde ATE dejaron en claro que se mantendrán en alerta y que analizan salir a las calles para volver defender a los despedidos tras el cierre del Instituto Nacional de Agricultura Familiar Campesina e Indígena (INAFCI).
