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Las primeras noticias llegaron desde los Centros Vacunatorios Samboulian, donde echaron a los 13 médicos pediatras que conforman el staff completo de los vacunatorios, lo que implica dejar sin atención medica a dichos servicios.
Las causas aducidas son la necesidad de “reducir gastos”, cuando es sabido que esa medida es consecuencia de que dichos vacunatorios fueron comprados por los dueños de los conocidos Centros Rossi.
Representantes de la empresa fueron los encargados de notificar telefónicamente a cada desvinculado que, desde ese momento, ya no contarían con sus servicios y que en las próximas horas les llegaría el telegrama de despido.
La brutalidad de la medida no solo se tradujo en la masividad, en la falta de causa justificada y en la nulidad del aviso previo, sino que incluso intentaron despedir a representantes sindicales, siendo uno de los casos el de una médica que integra la Comisión Directiva de la Asociación de Médicos de la Actividad Privada (AMAP).
Por la mañana de ayer, informaron despidos de médicos en otras empresas de salud, si bien aún no se ha podido precisar la cantidad porque las comunicaciones van llegando de manera aislada, se trata de expulsiones de profesionales de mucha trayectoria bajo la excusa de “recortar costos”, medida que se da en el mismo momento que las empresas de medicina prepaga han descargados fuertísimos aumentos sobre los montos de las cuota de sus afiliados.
Se suman a este clima de conflictividad la situación de los médicos del Sanatorio Güemes que se declararon en estado de alerta y movilización por la negativa de la empresa a otorgar aumentos acordes a la inflación imperante, y en el marco de la paritaria 2023 que aún se encuentra abierta.
Desde la AMAP rechazan estos despidos y desplegarán todas las acciones necesarias para revertirlos.
