El paro de las líneas E y H venía desarrollándose en calma y sin ningún incidente. Hasta que apareció la policía de Horacio Rodríguez Larreta, ex asesor financiero de Esso y actual jefe de Gobierno porteño.
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Como en tiempos de la dictadura, los policías habían recibido órdenes de Larreta para desalojarlos como fuera de sus puestos de trabajo y detenerlos inmediatamente para amedrentar al resto que permanecía protestando, incluso, a los mismos dirigentes de AGTSyP. Y avanzaron sin más sobre los trabajadores del subte.
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La respuesta de los trabajadores fue permanecer en sus lugares de trabajo, haciendo uso del derecho de huelga y a la protesta, derecho constitucional que Larreta no estaba dispuesto a aceptar. Comenzaron las detenciones. Néstor Segovia, secretario adjunto de AGTSyP, ya estaba en la mira de los policías y fue uno de los primeros en ser rodeado por las fuerzas represoras. Lo detuvieron junto a otros trabajadores que protestaban por el atropello.
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Ante la represión sufrida y la ilegal detención de sus compañeros, los metrodelegados anunciaron un paro total del subte. Ningún tren saldría hasta que Larreta liberara a todos los trabajadores que, hasta ese momento, sumaban 16.
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La represión que se desató en la mañana había sido violenta y sin miramientos. El rostro magullado de una trabajadora del subte da testimonio de ello.
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