El gobierno de la Ciudad, que encabeza Horacio Rodríguez Larreta, se apresta a liquidar Lotería Nacional en beneficio de las apuestas online que, como todos saben, son manejadas en su gran mayoría por las grandes mafias del juego clandestino. Cabe aclarar que este organismo que regula los juegos de azar en la Argentina fue traspasada de la Nación a la Ciudad mediante decreto presidencial en junio de 2017, por lo cual la gestión de Larreta recibe 1.800 millones de pesos anuales.
Analía González, delegada de ATE en Lotería Nacional, lo explica con meridiana claridad: "Es de público conocimiento que hay un proyecto de decreto para que Lotería Nacional pase a liquidación. A partir de un discurso mediático anti-juego, nos saquearon. La Ciudad de Buenos Aires se apropió de nuestros juegos de mayor recaudación. Los fondos que Lotería enviaba a Desarrollo Social para toda la República, están ahora en manos de Larreta y Ciudad de Buenos Aires".
La delegada de ATE va un poco más allá y denuncia que "lo fundamental en este conflicto es el juego online, las apuestas por internet. Es un tipo de juego que no está reglamentado ni controlado y que maneja millones de dólares anuales. La AFA (Angelici-Macri) ya tiene en vista un proyecto de PRODE online, pero necesitan un estado ausente para llevarlo adelante".
Con respecto a la incidencia de estas apuestas por internet en el interior del país, dice que "cada provincia controla su juego, pero es el juego presencial. Las apuestas por internet no pueden ser controladas por una provincia o jurisdicción porque nuestro país funciona como si fuera una sola dirección IP, porque serian plataformas .ar. Solo puede ser explotado y controlado por un ente federal como es Lotería Nacional".
Analía González es contundente al afirmar que "la finalidad de liquidar Lotería implica que las grandes mafias del juego clandestino, el narcotráfico y la trata de personas, puedan manejarse con absoluta impunidad".
Hasta ahora y según lo marca la ley: el 70% de lo producido por Lotería Nacional se destina al Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC), y el resto, a distintas áreas relacionadas con lo social, como salud y educación. A Los 1.800 millones que terminan en el arca de la Ciudad se sumaron otros 900 millones para afrontar los gastos operativos del juego y su control.
