02/06/2019

Roberto Baradel, secretario general de SUTEBA

“La gestión de Vidal en materia educativa fue la peor desde el final de la dictadura”

Entrevistamos a Roberto Baradel, secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA)

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Foto: 
Verónica Pontoriero

La madrugada del 4 de Septiembre de 1987, un grupo de jóvenes peronistas, en su mayoría militantes de la agrupación Felipe Vallese, salen a realizar una pintada apoyando la fórmula justicialista Cafiero-Macaya cerca de la estación de Lanús, más precisamente en la esquina de Luján y Achaval, sobre la avenida Pavón. Emboscados por grupos de militantes radicales en diferentes autos, pierde la vida de un tiro en la cabeza uno de aquellos jóvenes. Alfredo Genovesi falleció en el acto. Hijo de un dirigente del partido socialista de igual nombre, Alfredo tenía una gran formación política y durante la secundaria era seguido por muchos de sus compañeros. Durante la guerra de Malvinas y con apenas 16 años, Genovesi planteaba lo incongruente que era que los militares dijeran defender la soberanía habiendo hecho desaparecer a tantos compañeros, reprimiéndolos, torturándolos. Esas reflexiones impactaron en sus amigos, y sobre todo en Roberto. Juntos habían formado la agrupación en homenaje al obrero metalúrgico y dirigente de la juventud peronista, secuestrado y desaparecido en 1962 bajo el gobierno de facto de José María Guido. Felipe Vallese es uno de los primeros desaparecidos de la historia contemporánea.

Comenzaron a militar en la Biblioteca Popular Zagarzazú (que era del Partido Socialista) durante la dictadura y “después cuando asumimos la identidad peronista no les gustó mucho y nos dieron otro espacio, en una sociedad de fomento”.

Después pudieron alquilar un local y tener una unidad básica para acompañar la lucha de los trabajadores. “Yo todavía no estaba trabajando en escuelas y esos años los viví apoyando a los maestros, a los docentes, con la marcha blanca, desde la concepción que teníamos… desde el peronismo.

Roberto Baradel sostiene las mismas convicciones de aquellos años y hoy se planta ante las políticas neoliberales siendo el secretario general del gremio docente SUTEBA y de la CTA en la Provincia de Buenos Aires.

¿Tenías alguna expectativa con Carlos Menem previo a su triunfo en 1989?

Nosotros en ese momento no. Estuvimos en la interna apoyando a (Antonio) Cafiero, lo apoyamos en el gobierno de la Provincia de Buenos Aires, participamos en la Jornada de Trabajo Solidario pero es cierto que tenía más carisma Carlos Menem. Recuerdo que nosotros teníamos un muy buen trabajo en el barrio pero la gente inevitablemente lo iba a votar a él, con todo lo que eso significaba. Nosotros no teníamos muchas expectativas sinceramente. Por supuesto hubo un hecho en la campaña, previo a la campaña del 87, el asesinato de Geno (Alfredo Genovesi). Estábamos pintando en la calle, lo mataron y bueno ahí tuvimos que hacer varias cosas para que se juzgara a los responsables, movilizaciones, huelgas de hambre, y demás. En el 89´ nosotros decidimos apoyar a Cafiero y por supuesto se perdió la interna, y apoyamos al candidato del peronismo pero sin muchas expectativas. Las primeras decisiones que tomó fueron en sentido contrario al que iba el pueblo. Nos movilizamos contra los indultos, o sea, siempre tuvimos una visión muy crítica y no tuvimos nunca ninguna expectativa ni con el salariazo ni con la revolución productiva.

 

¿Qué análisis haces del proceso de resistencia con la carpa blanca de los maestros en esa etapa del país?

 

Eso fue muy importante en la década del 90 porque hubo toda una primera etapa donde el gobierno con el tema de la convertibilidad de alguna manera estabilizó la economía y pateó para adelante otras cuestiones. El tema de las cuotas, del acceso a determinados bienes y demás. Lo que fue un desastre, y lo suponíamos firmemente, fue la privatización de las empresas del Estado. Eso siempre dijimos que era pan para hoy y hambre para mañana. Porque eso de poner remiserías, kioscos, hasta canchas de paddle, esos nuevos emprendimientos que después se vieron… era una economía que iba para atrás y eso terminó absolutamente mal en el 2001. Una Argentina con más de 50% de pobres. Lo viví con la decisión de dar la pelea aunque me parecía que era difícil revertirlo. Y lo de la carpa blanca fue una cosa… Nosotros veníamos haciendo huelgas en cada una de las provincias y te la pasabas haciendo huelga 3 meses cuando no le importaba a nadie. Entonces necesitábamos un hecho que visibilizara la situación de lo que pasaba en cada una de las provincias porque en realidad eran huelgas por no cobro, o sea, no se cobraba, no le pagaban a los maestros, los maestros hacíamos retención de servicio, los chicos no tenían clase. Era un desastre. No podíamos seguir con esa dinámica. Necesitábamos, como habían transferido las escuelas a las provincias, una nueva herramienta para poder visibilizar el conflicto y nacionalizarlo. Y eso fue la carpa blanca. La ley de financiamiento educativo y la derogación de la ley federal de educación fueron los dos reclamos fundamentales que en el gobierno de Néstor y Cristina se hicieron realidad.

¿Cómo transitaste los 12 años de gobierno de Néstor y Cristina en materia educativa?

Al contrario de lo que dicen muchos sin saber, aparte con un análisis muy berreta, nosotros paramos la decadencia educativa que significaba la primarización del proyecto de escuela secundaria en la década del 90` y configurar una escuela asistencialista con una educación general para la mayoría y diferentes opciones educativas para las clases con mayor capacidad contributiva. Nosotros modificamos, dimos vuelta esto. Volvimos, defendimos, trajimos las escuelas técnicas y demás. Y se empezó un proceso muy importante que se centra en, primero, cambiar el paradigma educativo, constituir una educación secundaria como obligatoria… eso fue  fundamental. La inversión del 6% del producto bruto interno y las políticas socio educativas que se llevaron. Y ahí empezamos a modificar cuestiones y a avanzar y a mejorar el daño que se había producido en la década del 90 con la reforma educativa, pero combatiendo la pobreza,  porque los procesos educativos también están asociados al tema de la pobreza. No es que un pobre no pueda aprender. Porque algunos lo simplifican y dicen que un pobre no puede aprender. No es lo mismo un chico que tiene las condiciones materiales y una familia constituida con un proceso educativo, que uno que no lo tiene, que no puede ir a la escuela todos los días o que va de forma intermitente, que no tiene los materiales, no es lo mismo. Las condiciones de pobreza tienen que ver con los procesos educativos. El daño que hizo esa situación, más la reforma educativa es lo que reciben el gobierno de Néstor y Cristina que empiezan a realizar inversiones en materia educativa. Vos fijate que el gobierno de Macri nunca puso en cuestionamiento la ley provincial y nacional de educación. No la pueden poner en cuestionamiento porque es una buena ley. Nunca plantearon modificarla. Con marketing dicen que ellos tienen la excelencia y demás, pero hacen todo lo contrario porque desinvierten, atacan a los maestros, a la educación pública, Vidal cuestionó el tema de las universidades. Es todo lo contrario a lo que dicen. Este gobierno eliminó la paritaria nacional, lo que significó una catarata de conflictos en cada una de las provincias. Nuevamente volver a la década del 90`. Quitarle la responsabilidad al Estado Nacional y desligarse sin tener en cuenta que la ley de educación supone un sistema educativo nacional con responsabilidad de las provincias y de la nación.

¿Cómo definirías la gestión de María Eugenia Vidal en la Provincia de Buenos Aires?

La peor que tuvimos en materia educativa desde el final de la dictadura militar. No creo que haya habido un gobierno que haya atacado tanto la educación como lo hizo el gobierno de María Eugenia Vidal y de Mauricio Macri. Estuvimos reclamando la cuestión de la infraestructura. Hicimos varias acciones. Recién empezaron a tomar conciencia, y no con la dimensión correcta, después de la explosión de la escuela 49 con la muerte de Sandra y Rubén. Y eso se lo advertimos antes. Todavía estamos esperando que la gobernadora nombre a Sandra y a Rubén. Nunca los nombró.

 

 

 

Se suele presentar a María Eugenia Vidal como una alternativa a la gestión de Mauricio Macri.

Macri - no quiero ponerle la palabra auténtico, porqué de auténtico no tiene nada-, es más como se ve. María Eugenia Vidal construye una imagen totalmente diferente a lo que es y a lo que hace. No le interesa la educación pública. Tiene otra concepción. A ver, las reacciones del gobierno… van a hacer un spot publicitario en un jardín de infantes, y en lugar de hacerlo en el jardín de infantes, a los chicos les ponen guardapolvo blanco, dejan de ser chicos de jardín para ser actores de reparto de una escuela primaria. Ponen un catering para los que estaban filmando, y nunca les dieron un bocadito a los chicos. Les dieron útiles y demás para demostrar que estaban en la escuela. Cuando se retiraron se llevaron los guardapolvos, los útiles y a los chicos los tuvieron como dos o tres horas sin darles de comer el catering. Eso es la gestión de María Eugenia Vidal.

 

¿Qué rol juegan los grandes medios de comunicación respecto a las políticas de este gobierno y la estigmatización de los dirigentes gremiales? ¿Cómo crees que se va articulando ese discurso y cómo va permeando en la sociedad?

En un momento fue efectivo. No quiere decir que no hagan daño porque no hay que subestimarlos. Siguen haciendo daño pero yo me di cuenta con el termómetro de la calle, desde el 2016 / 2017 a lo que es ahora en cuanto al reconocimiento hacia nosotros, de la pelea que dimos, la resistencia. Y que demostramos en concreto que teníamos razón con el tema de la infraestructura, del salario. Fijate vos ahora en el diario La Nación reconocen el acuerdo de Vidal con los docentes por el tema de la clausula gatillo, porque ahora no tienen otro sindicato. ¿Se podía o no se podía? Nosotros creíamos que se podía. Era una cuestión de estar firmes y seguir luchando. Ahora, ellos tienen intereses. Por supuesto si en el gobierno de Cristina hubiera explotado una escuela, hubiera sido un tema. En el gobierno de Vidal, lo dejaron pasar. Estuvieron cuatro meses sin clases los chicos de Moreno y no salió en la tapa de ningún diario. Porque ellos tienen intereses. Saben que nosotros somos un problema para ellos. Ellos dicen “no, Baradel es el responsable” y demás. No es que a uno le gusta que lo pongan en ese lugar. Pero me siento bien en lo que estoy haciendo porque evidentemente somos un problema para ellos. Problema para los negocios, para la privatización de la educación, para enseñar, para la resignación. Nosotros queremos otra educación. En ese punto somos un problema. Bienvenido sea el problema para ellos. Y que entiendan que es una educación pública de calidad y una educación que no enseñe para la resignación sino que aporte a la liberación de nuestro pueblo.

 

De cara a las próximas elecciones, ¿qué rol crees que tiene que jugar el sindicalismo en el armado de un frente opositor?

Ser parte de él. Seguir reclamando. No olvidarnos. Hay mucha gente que no puede esperar a octubre. Hay que seguir reclamando, intentando modificar las políticas. Marchar, pelear contra el ajuste. Ser parte de ese frente opositor que necesitamos no sólo el sindicalismo sino también los empresarios, los comerciantes, los pequeños y medianos productores, la comunidad que se vio afectada en términos generales por las políticas que puso en práctica este gobierno. Tenemos que ser capaces de plantear una unidad que nos permita tener una perspectiva de futuro.

 

 

*** ¿Y quién crees que puede representar este frente?

El mejor o la mejor candidata que pueda tener ese frente. Yo no me quiero adelantar porque eso tiene que ver con decisiones hasta personales pero en cuanto y en tanto sea un frente donde estemos realmente todos y se construya unidad creo que es importante. Bueno, Cristina Fernández de Kirchner lo dijo el otro día, que se necesitaba trabajar sobre una serie de acuerdos a nivel nacional. Y Máximo (Kirchner), el otro día tuve un encuentro con él en la Universidad Nacional de Quilmes lo dijo muy claro, necesitamos ampliar…inclusive yo había dicho algo que iba en esa dirección: no alcanza con que vayamos a volver, necesitamos ampliar. Él dijo: necesitamos ampliar en una coalición, un frente para lo electoral, y ampliarlo aún más todavía para gobernar. Y yo creo que por ese camino se va.

 

¿Con qué país se va a encontrar quien asuma el 10 de diciembre?

Un país muy dañado. No digo devastado porque hemos podido defender muchas de las conquistas. Pero muy dañado. Y, ahora sí, con una pesada herencia.

 

 

*** Al momento de la entrevista, Cristina Fernández de Kirchner no había anunciado que acompañaría a Alberto Fernández como precandidato a Presidente en la fórmula en la que ella iría como su Vicepresidenta.

Cafecito