Según informaron, fueron unos 15 los trabajadores que al llegar a sus puestos laborales se encontraron con que estaban despedidos y les impidieron el ingreso a la planta. Inmediatamente, los trabajadores decidieron paralizar la producción de la planta y declararse en estado de asamblea permanente.
Fuentes del sindicato dijeron que se trata de despidos a trabajadores de más de una década de antigüedad y sospechan que, además de un intento por “depurar” al planta para dotarla de personal con menos antigüedad y conocimientos pero más fácil de echar, podría vincularse a una reciente acción gremial de rechazo a reformas al modo de producción.
Según explicaron, el personal despedido es aquel que no aceptó el cambio de la modalidad de trabajo con la implementación de un “cuarto turno” que calificaron como una decisión arbitraria “que obliga a los compañeros a trabajar 12 horas de corrido, trabajando los fines de semana, feriados y cualquier día no laborable”.
Justamente, ese “cuarto turno” transgrede al Convenio Colectivo de Trabajo 244/94 que rige su jornada laboral y que, en paralelo, es foco de un conflicto por la falta de actualización salarial: así lo expresaron desde el Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación de la Provincia de Buenos Aires, quienes se declararon en estado de alerta y movilización por la falta de avances en la negociación correspondiente a los meses de marzo y abril.