La Fundación Favaloro echó a 50 trabajadores y se niega a su reincorporación al no acatar la conciliación obligatoria dictada por el ministerio de Trabajo que retrotrae la situación laboral de todos los trabajadores hasta antes de iniciarse el conflicto por los despidos.
"El martes de la semana pasada tuvimos una audiencia en el ministerio de Trabajo donde se dictaminó la conciliación obligatoria, que dejaba en suspenso todos los despidos", señala Germán Rodríguez Gamboa del gremio de Sanidad y delegado general de la Comisión Interna de la Fundación Favaloro.
En esa instancia, los trabajadores cesanteados debían presentarse a trabajar como lo hacían habitualmente. "Pero la fundación no les permitió la entrada ni el miércoles, ni el jueves, ni el viernes de la semana pasada, con lo cual desacató la conciliación obligatoria", denuncia Gamboa.
Ante esta situación, los representantes gremiales decidieron reanudar las medidas que venían tomando en respuesta a los despidos, y que habían suspendido en obediencia a la conciliación ordenada por Trabajo. "Volvimos nuevamente a tener una situación de conflicto, agravada ahora por los aprietes que están sufriendo algunos compañeros. Por ejemplo, en el servicio de Rayos, cuya jefa, Adriana Martínez, está presionando al personal a su cargo para que cubran el horario de los compañeros despedidos", recuerda el delegado y advierte que "no vamos a permitir ningún tipo de apriete de parte de las diversas jefaturas".
Gamboa se lamenta, además, del silencio de los medios con respecto a la precaria situación laboral que atraviesan los mil trabajadores de la Fundación. "Es desilusionante, sin dudas, como también lo es el silencio impuesto por la misma fundación sobre el conflicto. Hasta ahora no sacó un solo comunicado ni dio la cara públicamente para decir qué está pasando en la fundación": 50 trabajadores despedidos sin causa y el rechazo a la conciliación obligatoria dictada por el propio ministerio de Trabajo.
