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“Esta es la Noche de las Corbatas, pero resulta que ahora los que administramos justicia somos nosotros”, fue la frase que escuchó una de las sobrevivientes, Marta García de Candeloro, cuando la llevaron al centro clandestino “La Cueva” en el operativo del que se cumplen 45 años.
El represor le hablaba a García y a los cinco abogados que, torturados y encapuchados, estaban a sus pies, conmocionados por la tortura y el miedo a la muerte.
Los cinco abogados laboralistas venían de experiencias profesionales y políticas muy diversas: Norberto Centenero era un peronista ortodoxo, abogado de la CGT y un jurista con repercusión internacional; Jorge Candeloro en cambio -el marido de García- era un consecuente militante del Partido Comunista Revolucionario (PCR) y venía acompañando con un gran protagonismo las luchas obreras en aquella Mar del Plata que se industrializaba.
Por su parte, Tomás Fresneda combinaba su condición de laboralista con sus trabajos como herrero, y si bien simpatizaba con las corrientes revolucionarias del peronismo, no pertenecía a ninguna organización y se mantenía como un intelectual independiente.
Salvador Arestín era descendiente de pescadores gallegos y conocía como nadie el mundo y las necesidades de los trabajadores del puerto marplatense a quienes representaba en los tribunales; y cerrando el grupo, estaba secuestrado también Raúl Alais, un famoso dirigente universitario y militante de izquierda con mucha convicción y voluntad.
Todos ellos permanecen desaparecidos, salvo Centeno que apareció pocos días después en las afueras de Mar del Plata con rastros de haber sido salvajemente torturado.
El operativo represivo se llevó también a la mujer de Fresneda, María de las Mercedes Argañaraz, madre del ex secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda, embarazada de cuatro meses.
La historia de estos cinco laboralistas siempre fue un secreto a voces en Mar del Plata, con conmemoraciones marginales y el recuerdo público de unos pocos memoriosos.
Esa falta de memoria, tanto oficial como de las asociaciones profesionales, comenzó a cambiar a partir de la declaración de inconstitucionalidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida y ganó definitivamente el lugar que hoy tiene en el imaginario social cuando, por iniciativa del legislador y laboralista Héctor Recalde, se instituyó el 6 de julio como el “Día Nacional del Abogado Víctima del Terrorismo de Estado”.
El año pasado se bautizó como "Dr. Norberto Centeno" al sector de la Plaza Lavalle delimitado por las calles Talcahuano, Tucumán, Libertad y Lavalle, en homenaje a quien redactó la Ley de Contrato de Trabajo que aún rige las relaciones laborales en la Argentina.
En su cuenta de Twitter, la secretaría de Derechos Humanos recordó: "Hoy se conmemora el Día Nacional del Abogado víctima del terrorismo de Estado. Hace 45 años, entre el 6 y 8 de julio de 1977, se llevó a cabo una serie de secuestros cometidos por miembros del Ejército en la ciudad balnearia de Mar del Plata. Las víctimas eran abogados laboralistas y defensores de presas y presos por razones políticas, algunos secuestrados junto a sus compañeras. Fueron trasladados al centro clandestino de detención La Cueva, donde fueron torturados, asesinados o desaparecidos".
